Declaratoria del 15 Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC)
Ante la crisis del tejido de la vida: ¡unidas, unides, resistiendo y avanzando!
El Salvador, 24 de noviembre de 2023
Las feministas de América Latina y el Caribe, reunidas y reunides en el 15 EFLAC, en El Salvador, Centroamérica, nos hermanamos frente a la tiranía y los retrocesos democráticos. Durante dos días nos encontramos en un espacio de redes y articulación regional interseccional, intergeneracional e intercultural. Con el legado de las ancestras pusimos en palabras las tensiones que nos habitan y acordamos acciones para la soberanía sobre nuestros cuerpos y territorios mientras resistimos y proyectamos un mundo transfeminista.Somos latinoamericanas y caribeñas que reafirmamos el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito como un derecho fundamental y una lucha emancipadora. Para ello, necesitamos avanzar en una estrategia de despenalización social, que junto al sostenimiento de la movilización popular logre generar una fuerza común de solidaridad feminista. Exigimos que los Estados reconozcan el derecho a la justicia reproductiva, que garantice el derecho al aborto y a la maternidad, pues junto a la prohibición del aborto coexiste una mirada racista del derecho a gestar, parir y criar con dignidad, en particular a las mujeres negras, indigenas y migrantes.Luchamos por transformar los modelos político económicos y la hegemonía capitalista y extractivista que sobreexplota la naturaleza, genera consumos desmedidos y produce la destrucción de la naturaleza, los territorios y los modos de vida, así como la persecución y expulsión de quienes resisten a los saqueos. ¡El modelo económico debe poner el centro en la vida y no el dinero! Por ello, tenemos el desafío de integrar nuestras miradas y de generar propuestas pensando en las más despojadas: precarizadas, trabajadoras del hogar o que laboran por fuera del sistema formal, cuidadoras, niñas, adolescentes y jóvenes, disidentes sexuales, mujeres de la tercera edad, trabajadoras sexuales y mujeres con discapacidad.
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En tiempos de crisis y procesos de restitución autoritaria las redes nos salvan la vida. Para ello, activamos la protección integral feminista: para cuidar nuestros movimientos y honrar a personas y comunidades que nos protegen y lo seguirán haciendo. Reconocer las violencias y las políticas represivas nos duele y desgasta, debilita nuestras organizaciones y pone en riesgo nuestras luchas. Sin embargo, tenemos un saber histórico: redes comunitarias de protección; procesos de sanación ancestral; espacios de refugio y un largo etcétera. Por eso, el EFLAC debe seguir siendo un espacio para honrar la memoria de quienes nos fueron arrebatadas y convocamos a que cada 29 de Noviembre, “Día Internacional de las Defensoras”, alcemos la voz para denunciar estas violencias por el derecho a ejercer nuestra acción política sin miedo. Nos comprometemos a poner el cuidado y la protección en el centro de nuestra acción política como una estrategia de supervivencia regional. Para lograrlo, debemos ser generosas y aprender unas de otras: de las que ya vivieron o están viviendo en dictaduras y conflictos armados y de las que hoy construyen formas creativas de cuidado mutuo.El EFLAC es un pacto transfeminista para una vida libre de violencias; para vivir, desear y ser felices. Ante la crueldad patriarcal y las desigualdades históricas que perpetúan las violencias por razones de género en nuestros territorios, que el 25 de noviembre próximo sea el lanzamiento de una red regional que accione para exigir a los Estados la prevención, sanción y erradicación de la violencia contra las mujeres y disidencias. Además, proponemos la ampliación de la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras a toda América Latina y el Caribe contra las violencias institucionales y políticas.Sobrevivimos a violencias estructurales, un sistema de crueldad patriarcal que busca invisibilizarnos, censurarnos, patologizarnos y hasta esterilizarnos. Somos personas trans, no binaries, género fluidas, intersex, queer, lesbianas, bisexuales, pansexuales y agénero, mujeres discas, indígenas, negras, mujeres viviendo con VIH, gordas, monstras, brujas y locas. Nos mueve la urgencia de entrelazar reflexiones de lo urbano a lo rural y de construir una apuesta política que retome el sentipensar diverso ante la crisis del tejido de la vida.Nuestro movimiento habita debates, tensiones y fracturas. Por eso, desde El Salvador hacemos un llamado a todos los territorios y nos convocamos al diálogo interno como parte del proceso de articulación que nos fortalece hacia un horizonte feminista. También a centrar la discusión sobre objetivos, en un "para qué", por sobre el "feminismo para quién o quiénes". Para eso, nos motivamos a realizar encuentros o asambleas feministas locales de camino al próximo EFLAC, usar metodologías para propiciar discusiones más amplias, recuperar la memoria para contextualizar conflictos y convocar y participar de los próximos 8M como huelgas feminista.La interseccionalidad y la lucha antirracista es una práctica feminista. Reconocer cómo la estructura racista, patriarcal, clasista, capacitista, capitalista y hetero-cisnormativa afecta nuestros cuerpos y entender estas opresiones y resistencias como transversales en nuestros espacios y movimientos. Además, proponemos hablar sobre nuestras libertades en asambleas decoloniales antirracistas, necesarias para que no haya una extracción de nuestras luchas, conocimientos y sentimientos.Porque estamos seguras que desde los feminismos vamos a seguir denunciando las formas del poder opresivo. Porque reconocemos en nuestro hacer juntas, nuestras diversas identidades, formas y estrategias para un potencial transformador que contagie empatía, amor entre nosotres y esperanza a todos los pueblos de la región. También nos reconocemos en la diversidad de lenguajes y expresiones que nos habitan como artistas, comunicadoras y periodistas. Y en la necesidad de posicionar el arte, la cultura y la comunicación feministas como ejes transformadores que acompañan, inciden y que son parte de las luchas desde su posición de incomodar al sistema desde espacios que deben ser reconocidos y dignificados.¡Nuestra potencia es transformadora! A pesar de las restricciones a los derechos, las amenazas, persecuciones, la desinformación y el odio hacia nuestras identidades, los feminismos nos seguimos organizando. A la crueldad, le anteponemos la historia y ahora que estamos juntas y juntes, ¡a no soltarnos compañeras y compañeres! La alegría, la dignidad y la libertad son nuestras. ¡Hasta el próximo EFLAC!¡Justicia para Beatriz!
Respeto al voto popular en Guatemala
Exigimos la no intervención militarización en Haití
Libertad para las presas políticas en Nicaragua
Nos solidarizamos con las feministas en Argentina
¡Queremos una Palestina libre!
Agenda EFLAC 15
¡Súmate y mueve el encuentro a las redes sociales! Etiquétanos en tus fotos y videos, menciona la cuentas del encuentro en Instagram, X y Facebook y usa los hashtags #15EFLAC, #AsambleasEFLAC # y #NoviembreFeminista en las redes sociales.¡En las calles y en las redes el 15 EFLAC ya está sucediendo!
Noviembre 21
Ingreso e inscripción de participantes internacionales e integrantes de comisiones.
Noviembre 22 (Día 1)
De | Hasta | Actividad |
---|---|---|
8:00 a.m. | 3:00 p.m. | Inscripción, alojamiento y pago |
3:30 p.m. | 4:00 p.m. | Conferencia de prensa |
4:00 p.m. | 4:35 p.m. | Inauguración | Asamblea Inicial |
4:35 p.m. | 5:40 p.m. | Las Reinas Chulas: Aparición de Santa Rita |
5:40 p.m. | 6:20 p.m. | Concierto Na’ik Madera |
6:30 p.m. | 8:00 p.m. | Cena |
8:00 p.m. | 11:20 p.m. | Cuerpos Libres |
10:00 p.m. | 12:00 a.m. | DJ |
Noviembre 23 (Día 2)
De | Hasta | Actividad |
---|---|---|
6:00 a.m. | 8:00 a.m. | Práctica de YOGA Matutina |
8:00 a.m. | 9:00 a.m. | Apertura de la sala experimental, galería y cinema feminista |
7:00 a.m. | 9:00 a.m. | Desayuno |
9:00 a.m. | 12:00 p.m. | Asambleas |
12:00 p.m. | 2:00 p.m. | Almuerzo |
2:00 p.m. | 5:00 p.m. | Actividades Autoconvocadas (Conversatorios, paneles y talleres). |
6:00 p.m. | 7:00 p.m. | Concierto Claro Oscuro |
7:00 p.m. | 9:30 p.m. | Cena |
8:00 p.m. | 11:15 p.m. | Resonar Fest |
10:00 p.m. | 12:00 a.m. | DJ |
Noviembre 24 (Día 3)
De | Hasta | Actividad |
---|---|---|
6:00 a.m. | 8:00 a.m. | Práctica de YOGA Matutina |
8:00 a.m. | 9:00 a.m. | Arte feminista |
7:00 a.m. | 9:00 a.m. | Desayuno |
9:00 a.m. | 12:00 p.m. | Asambleas |
12:00 p.m. | 2:00 p.m. | Almuerzo |
2:00 p.m. | 5:00 p.m. | Actividades Autoconvocadas (Conversatorios, paneles y talleres). |
4:00 p.m. | 7:00 p.m. | Plenaria Final: Conclusiones de las 12 asambleas. Pronunciamientos y llamados a la acción. Informe financiero. Próximo encuentro. Declaratoria final. |
7:00 p.m. | 9:00 p.m. | Cena |
9:00 p.m. | 11:15 p.m. | Concierto |
10:00 p.m. | 12:00 a.m. | DJ |
Noviembre 25 (Día 4)
De | Hasta | Actividad |
---|---|---|
6:00 a.m. | 8:00 a.m. | Desayuno |
6:00 a.m. | 08:30 a.m. | Check-Out |
9:00 a.m. | 11:00 a.m. | Transporte hacia San Salvador |
1:00 p.m. | 5:00 p.m. | Acto Cultural por la No Violencia contra las mujeres en El Salvador y América Latina. |
Actividades Autoconvocadas
Noviembre 23 (2:00 a 5:00 p.m.)
Noviembre 24 (2:00 a 5:00 p.m.)
Asambleas
ASAMBLEA 01: RETROCESOS DEMOCRÁTICOS Y FUNDAMENTALISMOS
Fernanda Fernández
Morena Herrera
Line Bareiro
Sonia Correa
Contexto: análisis para superar retrocesos democráticos en clave feministaObjetivo:
Situar elementos y factores que obstaculizan el avance de las agendas feministas en la región desde una visión crítica de las experiencias y resistencias feministas.Introducción:
En un contexto global y regional en el que emergen tendencias regresivas en términos de derechos de las mujeres, adolescentes y niñas en su diversidad y proliferan visiones que oponen resistencias para avanzar hacia la igualdad sustantiva de género, una lectura en clave feminista en todas sus dimensiones y escalas se hace necesaria.Poder pensar cuales son los elementos y factores que obstaculizan el avance de las agendas feministas en la región desde una visión crítica e intercambiando experiencias, es lo que consideramos que nos va a ayudar a reflexionar y a construir estrategias colectivas que nos permitan incidir de manera local en coordinación internacional.En este eje inicial de este tan esperado encuentro, queremos invitarlas/es a debatir sabiendo que provenimos de realidades diferentes y que si bien las experiencias no son extrapolables , nos sirven y nos motivan a diseñar y pensar herramientas para mejorar nuestras realidades, las siguientes reflexiones pensadas desde el equipo de contenido no buscan marcar certezas sino provocar el debate reconociendo que muchas veces las conceptualizaciones acotan y son muchas más las preguntas que las respuestas.Retrocesos Democráticos y Fundamentalismos:
En las últimas décadas, hemos sido testigos de importantes avances en la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres y diversidades en América Latina. Sin embargo, estos logros están lejos de ser universales y duraderos. En muchos países de la región, hemos observado retrocesos democráticos para el conjunto de la población y principalmente retrocesos que amenazan los derechos fundamentales de las mujeres y diversidades.Los retrocesos democráticos son procesos que debilitan las instituciones democráticas, restringen la participación ciudadana y socavan el Estado de derecho. Estos fenómenos pueden tener un impacto directo en la lucha feminista al limitar la capacidad de las mujeres y diversidades para influir en las políticas públicas y ejercer sus derechos. La erosión de la democracia a menudo va acompañada de discursos y políticas que perpetúan estereotipos de género y legitiman la violencia contra las mujeres y diversidades.Esta degradación de los sistemas democráticos en la región la podemos observar no sólo en el surgimiento de múltiples propuestas corporativistas por ejemplo los narcos Estados sino también en la construcción sistemática de la apatía política, por ejemplo fomentando la espectacularización y banalización de las disputas electorales entre otras cosas. Teniendo como fin el debilitamiento de la idea de la política como organización colectiva o como herramienta de transformación.Cuando analizamos desde una mirada interseccional y feminista la construcción de los discursos de los grupos organizados antidemocráticos, encontramos el uso del odio como estrategia política , donde buscan saldar las frustraciones socioeconómicas derivadas de las crisis del capitalismo y la desigual redistribución del ingreso proyectando su odio hacia grupos migrantes, beneficiarios de planes sociales, miembros de distintas minorías culturales o de identidad sexual , pueblos originarios, etc., que no puedan confrontarlos políticamente. Ahora haciendo un análisis sobre el rol del movimiento Feminista en la región podemos decir que con la llegada de gobiernos de derecha por vía democrática/electoral , el papel que tuvieron mujeres y disidencias fue fundamental para la confrontación política, en casos como Brasil, fueron las mujeres las primeras en hacerle un Paro a Bolsonaro e Igual en Argentina durante el Gobierno de Macri, denunciando las condiciones de miseria y precariedad , tambien podemos tomar el ejemplo de Las mujeres de Pollera en Bolivia, movimiento organizado durante el golpe de Estado a Evo Morales.Se debe prestar especial atención porque los sectores antidemocráticos y más autoritarios que podrían estar simbolizados en personajes como Milei y Bolsonaro, consideran que sus enemigos centrales son "las feministas, las/es abortistas y la ideología de género". Todo esto sucede porque el feminismo se ha convertido en el movimiento democratizador más importante de la actualidad.Por otra parte tenemos los fundamentalismos religiosos. En muchos países latinoamericanos, han ganado poder político y han influido en políticas públicas que restringen los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y diversidades. Estos grupos conservadores han obstaculizado la implementación de leyes y políticas de género y son quienes hoy envalentonados por el contexto buscan correr los márgenes negando en muchos casos la plataforma de Derechos Humanos.Otro punto importante es que la falta de políticas inclusivas y la falta de representación femenina en posiciones de poder continúan perpetuando las desigualdades. Las mujeres, especialmente aquellas pertenecientes a comunidades marginadas, enfrentan barreras significativas para participar activamente en la política y la toma de decisiones.Para finalizar no menos importante es decir que en estos contextos de retrocesos democráticos y de ascensos de gobiernos de derechas y la aparición de propuestas políticas de ultraderecha , sumado a la agudización de las crisis económicas , la feminización de la pobreza ,son posibles gracias a la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación que le pertenecen a los mismos propietarios de corporaciones y empresas que saquean y generan el extractivismo que combate hace más de dos décadas el ecofeminismo. Que todo esto es posible gracias a un sistema de justicia cómplice que usa de manera mafiosa su poder para perseguir militantes, referentes políticas, criminalizar mujeres y diversidades activistas y demorar la resolución de causas de violencia de género sirviendo a los poderosos y criminalizando a los movimientos sociales que luchan por la soberanía de los pueblos y la redistribución económica.Experiencias y Resistencias Feministas: A pesar de estos desafíos, nuestro movimiento feminista en la región han demostrado una notable capacidad de resistencia y adaptación. Hemos desarrollado estrategias creativas para hacer frente a los retrocesos democráticos.Supimos construir Redes y Alianzas con otros grupos defensores de derechos humanos para fortalecer el impacto y resistir colectivamente.Tenemos una gran capacidad para la Movilización y la Protesta en varios países, ya que han sido herramientas efectivas para denunciar la violencia de género y exigir cambios en políticas públicas y construir nuevas agendas.Logramos en muchos países la Institucionalización de Género, con la construcción de áreas, secretarías, direcciones, Ministerios y en algunos casos Representaciones Especiales de Política Exterior Feminista como son los casos de: Argentina, México, Chile, Colombia y Brasil.Hemos diseñado desde la institucionalidad pero tambien desde el activismo leyes, acciones y programas de pedagogia feminista para educar a la sociedad con perspectiva de género y diversidad, sabiendo que promover la igualdad de género desde una edad temprana son fundamentales para desafiar los estereotipos y la misoginia.También, la utilización de Litigio estratégico por parte de nuestro movimiento ha permitido desafiar leyes regresivas y obtener sentencias judiciales favorables.Por último y más importante la disputa de poder que mujeres y disidencias han dado en diferentes espacios tanto de la arena política, como en el deporte, la cultura, etc. Nos demuestra la imperante necesidad de mujeres y lgbt+ en espacios de decisión para que las agendas inviertan sus prioridades.Para concluir y animar a la reflexión en este 15 EFLAC, el análisis del contexto de los retrocesos democráticos en clave feminista revela la complejidad de la situación y la necesidad de abordar múltiples factores que obstaculizan el avance de las agendas feministas en la región. Las resistencias feministas, a través de la movilización, la alianza y la estrategia, ofrecen un rayo de esperanza en medio de estos desafíos y demuestran la potencia política que nuestro movimiento internacional, revolucionario, comprometido con los principios democráticos es capaz de hacer para superar los retrocesos y avanzar hacia sociedades más justas e igualitarias.
Asambleas
ASAMBLEA 02: TRANSFORMANDO MODELOS ECONÓMICOS HEGEMÓNICOS DESDE LOS FEMINISMOS
Daptnhe Cuevas (AFM Articulación Feminista Marcosur)
Lilian Celiberti
Los cuidados al centro:
Transformando modelos hegemónicos desde los feminismosLa democracia actual se encuentra desafiada por la voracidad capitalista sobre los territorios, expresada en el extractivismo y la guerra que supone expulsiones y muerte para millones de personas, los límites físicos de la reproducción de la naturaleza con la contaminación de ríos y mares, los efectos del cambio climático y la pérdida creciente de los espacios colectivos de asociatividad y participación ciudadana.La sustentabilidad de la vida como concepto tiene precisamente la potencialidad de articular los saberes ambientales y ecológicos con las miradas feministas de las autonomías de cuerpos y territorios para pensar alternativas. Pone en debate la necesidad de avanzar en una nueva economía ecológica y feminista, que permita disminuir la materialización de la producción para producir lo necesario para vivir con la menor cantidad de energía, de agua y de contaminación posible. Lo común como principio político nos reta a reinventar lo colectivo.Es necesario imaginar la transición a un nuevo paradigma que revierta los valores dominantes y abra caminos de esperanza hacia una vida digna para todas las personas, preservando al mismo tiempo la naturaleza. Los cambios son de tal relevancia que requieren de la adopción de un enfoque sistémico en donde lo económico, lo político y lo cultural se articulen en una nueva configuración social, fortaleciendo los procesos que ya están en marcha en miles de iniciativas micro.La última Conferencia Regional de la Mujer (2022) adopta en el compromiso de Buenos Aires el documento "La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género", que “hace un llamado a transitar hacia un nuevo estilo de desarrollo que priorice la sostenibilidad de la vida y del planeta, reconozca que los cuidados son parte de los derechos humanos fundamentales para el bienestar de la población en su conjunto, garantice los derechos de las personas que necesitan cuidados, así como los derechos de las personas que proporcionan dichos cuidados, y visibilice los efectos multiplicadores de la economía del cuidado en términos de bienestar y como un sector dinamizador para una recuperación inclusiva y transformación con igualdad y sostenibilidad".Para los feminismos, el horizonte de la sociedad del cuidado se enfrenta en nuestra región con las políticas extractivistas y fundamentalistas, que aceleran el despojo de territorios y recursos y expulsan por desposesión y violencia a millones de personas. La precarización de la vida condena a las mujeres a migrar, a dedicar más horas al trabajo remunerado y no remunerado y a enfrentar el debilitamiento de las políticas públicas con más esfuerzos. La desposesión significa la violenta apropiación del trabajo y el agotamiento de los cuerpos, más trabajos temporales y precarios, mal pagados e inseguros.La gravedad y urgencia del momento nos impone reflexionar sobre las amenazas en ciernes y sus desafíos. Nos obliga a una mirada crítica sobre los Estados, organizados a partir de historias, razones y modos de existencia coloniales, basados en la extracción, la explotación y la apropiación. Nos impulsa a recuperar y potenciar las formas en que los feminismos están generando otras maneras de sociabilidad, desde entramados que crecen en las formas de acción frente a las precariedades y construyen formas materiales y/o simbólicas de enfrentar los despojos y las privaciones.Los feminismos disputan cada día -desde acciones micro y macro- la hegemonía económica, política y cultural del neoliberalismo. Desde la economía feminista se fortalece la disputa económica, considerando que la esfera material de la economía (recursos naturales de la corteza terrestre) está en proceso de agotamiento y lo seguirá estando si no hacemos nada.Se requiere, por lo tanto, un cambio en las formas de producción y consumo, así como la socialización de recursos básicos desde una perspectiva de lo común y la redistribución de la riqueza. Simultáneamente, las economistas feministas han colocado en el centro del debate la necesidad de despatriarcalizar las tareas necesarias para la reproducción de la vida y los cuidados como eje central del sostenimiento de la vida humana y todas sus tramas, poniendo en evidencia la utilización del trabajo gratuito de las mujeres en la reproducción social para revalorizar los cuidados como paradigma ético y ecológico.Esta perspectiva está en disputa con fundamentos políticos y económicos hegemónicos, enfrentando la razón neoliberal y colocando los cuerpos y territorios como parte de la acción colectiva frente al individualismo y la exclusión, para crear una imaginación feminista transformadora.Transformar los modelos hegemónicos supone poner en juego la potencialidad de la transversalización del activismo feminista que supera la sectorización de la agenda, conectando las luchas y los enfoques de las diversidades feministas, afro, lesbo, trans, indígenas, campesinas, trabajadoras, migrantes y ecofeministas.Construir nuevos derechos supone colocar la radicalidad feminista en cada territorio y generar alianzas y disputas. Los debates en la asamblea partirán desde nuestras múltiples realidades para enriquecer las perspectivas de la praxis feminista abordando entre otros los siguientes aspectos:• Cómo se expresan las visiones y relaciones político-económicas hegemónicas en la vida de las mujeres, en experiencias y territorios cruzados por múltiples modos de dominación y apropiación del trabajo y la existencia de las personas y comunidades.
• Los riesgos, amenazas e impactos diferenciados de los ataques contra mujeres que se organizan, resisten y defienden sus cuerpos, territorios, naturaleza, tierra, cosmovisiones y culturas.
• Cómo ampliar los procesos de despatriarcalización, descolonización y construcción de alternativas al extractivismo, generando re-existencias y nuevas formas de comunidad.
• Como promover y profundizar la perspectiva feminista de los cuidados, del autocuidado, el cuidado mutuo/colectivo y el cuidado y defensa de los bienes comunes, explorando formas de activismo y defensa de los cuerpos y territorios compatibles con la vida, desafiando los ritmos y formas productivistas del capitalismo patriarcal.
Asambleas
ASAMBLEA 03: PROTECCIÓN INTEGRAL FEMINISTA
Iniciativa Mesoamericana de Defensoras
Cuidamos nuestros movimientos en tiempos de crisis y autoritarismoNingún derecho ha sido ejercido sin luchar, ninguna justicia ha llegado sin exigirla, ningún territorio ha podido enfrentar el despojo sin la resistencia. Todo lo logrado se ha conseguido gracias a las feministas, disidencias sexuales y comunidades que hemos salido a las calles, a los grupos y colectivos que acompañan a las víctimas, a quienes han trabajado para que tengamos leyes, mecanismos y políticas públicas, a quienes defienden sus territorios del saqueo capitalista y construyen autonomía, a quienes han hecho posibles importantes cambios culturales que reivindican la diversidad y la igualdad. La vida no sería posible sin el trabajo de las mujeres y los pueblos que nos organizamos para defender nuestro cuerpo-territorio y cuidar la Red de la Vida.Sabemos también que sin un tejido fuerte de organizaciones sociales y populares que desde los diversos feminismos y luchas defienden los derechos humanos, es muy fácil que todo lo logrado hasta ahora sea destruido por las corrientes fundamentalistas, autoritarias y de extrema de derecha imperantes.Sin embargo, las mujeres, las disidencias sexuales y los pueblos y comunidades en lucha que defendemos los derechos humanos desde diversos movimientos sociales, enfrentamos un contexto de violencia que amenaza nuestra vida, nuestra integridad y, en general, el trabajo invaluable de las mujeres por la justicia y la paz. Nuestra sola existencia desafía los estereotipos de género que sostienen la desigualdad y nuestras luchas ponen en riesgo los intereses de los poderosos porque el mundo por el que luchamos es diametralmente opuesto al patriarcado capitalista, racista y colonial.Diversos informes señalan que América Latina es el continente más peligroso del mundo para las personas, organizaciones y comunidades que defendemos derechos humanos, incluidas las feministas y disidencias sexuales en su diversidad.Sólo en Mesoamérica en 2022, se cometieron 6,429 agresiones en contra de 1,114 defensoras en México, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Entre 2021 y 2022, 38 compañeras defensoras fueron asesinadas. La criminalización aumenta en todo el continente y llega al extremo de la desaparición, la detención ilegal y la tortura de miles de personas, muchas de ellas mujeres, y la cancelación de 240 organizaciones feministas y de derechos humanos por el gobierno totalitario en Nicaragua. La represión de la protesta social también es una constante y se ensaña de forma particular en contra de las manifestaciones y protestas feministas que han venido creciendo en número, diversidad y fuerza. En una de las regiones más peligrosas del mundo para defender los derechos humanos, Colombia, México, Brasil y Honduras concentran el mayor número de asesinatos de personas defensoras.Todas las agresiones contra feministas, disidencias sexuales, defensoras del territorio y otras mujeres que luchas por la justicia están atravesadas por la violencia patriarcal y colonial. Las más comunes son: la difamación y las campañas de desprestigio que utilizan insultos y lenguaje sexista, las agresiones sexuales en el marco del uso excesivo de la fuerza, las amenazas a sus hijos, hijas, hijes y familiares; sistemas de justicia discriminatorios que generan una mayor afectación en los procesos de criminalización, acoso sexual y al exclusión de los espacios de toma de decisiones incluso dentro de sus propios movimientos y en los casos más extremos, el feminicidio o intento de feminicidio.Las defensoras más agredidas somos quienes defendemos el territorio y los bienes comunes de la naturaleza, quienes desde los pueblos originarios estamos salvando a la humanidad de la devastación ambiental y promoviendo alternativas de vida digna, quienes nos organizamos para denunciar las violencias patriarcales y exigir justicia, quienes buscamos con nuestras propias manos a las cientos de miles de personas desaparecidas o quienes impedimos la impunidad en los casos de feminicidios y otras formas de violencia, también quienes defendemos el derecho a la información y la libertad de expresión y quienes defendemos los derechos sexuales y reproductivos.En la mayoría de territorios son los Estados los principales actores que violentan y limitan la labor de las defensoras; en muchos casos para favorecer, proteger o salvaguardar intereses privados. De hecho, una de las causas de la violencia contra defensoras es el control cada vez mayor de los territorios y de las instituciones por parte de poderes fácticos.Empresas extractivas nacionales e internacionales, grupos de crimen organizado, empresas de comunicación, paramilitares, jerarquías religiosas, entre otros grupos, usan las fuerzas de seguridad del Estado, las instituciones de justicia, los medios de comunicación para criminalizar, amenazar, difamar, reprimir o garantizar la impunidad de sus ataques.Las feministas, las comunidades en lucha y nuestros pueblos llevamos siglos organizándonos para enfrentar esta violencia. Lo hemos hecho durante el saqueo colonial y aún antes, nos defendimos en épocas de dictadura, conflictos armados y guerra sucia. Lo hacemos hoy en cada uno de nuestros territorios, incluido el espacio virtual. Lo hacemos también dentro de nuestras familias y dentro de nuestros movimientos y organizaciones en las que prácticas machistas y una cultura política de “dar la vida por la causa” también nos ponen en riesgo.
Defendernos de la violencia y cuidar la vida ha sido una práctica ancestral que ha permitido que nuestras luchas florezcan y pervivan. No ha sido fácil. Poner el cuidado en el centro de nuestra acción política sigue siendo un desafío tanto por el contexto de violencia extrema que vivimos como muchas de nuestras prácticas internas.
Por ello, en el macro del Eje 3: Protección integral feminista, queremos analizar las violencias que están poniendo riesgo nuestras vidas y nuestras luchas y reconocer las experiencias de protección colectiva, cuidado y sanación que desde diversos territorios estamos desarrollando.
Asambleas
ASAMBLEA 04: ABORTO LIBRE Y LEGAL
Verónica Ávila, Incidencia Feminista Latinoamericana y del Caribe
Sara García, La Sombrilla Centroamericana
Sandra Mazzo, Causa Justa Colombia
Nazareth Espinosa, Red Compañera
Elisa Maria Anibal, Articulação de Mulheres Brasileiras, Grupo Curumim
Autonomía de nuestros cuerpos y estrategias conjuntas: para gozar, decidir y vivir.Los feminismos desde siempre y sobre todo en los últimos años en nuestra región latinocaribeña, han luchado por la tierra, el cuerpo y los territorios. Estos espacios se conjugan, se articulan y nos constituyen permitiéndonos pensar y reflexionar en torno al derecho al aborto libre y legal, como parte de la autonomía que estos tres elementos deben tener en el desarrollo de nuestras vidas.El aborto, como lo hemos dicho siempre, es una práctica que se ha realizado, se realiza y se seguirá realizando en nuestros territorios, con el reconocimiento de la institucionalidad estatal o sin ella. Y con esta impronta como bandera, es que debemos pensarnos el debate por este derecho.
Cuando exigimos aborto a los estados lo hacemos desde la certeza de que en los distintos países quienes más sufren o mueren en la práctica insegura del aborto, son quienes menos tienen recursos materiales, pero no solo eso, sino que carecen de información y formación en derechos sexuales, derechos reproductivos, métodos seguros de anticoncepción, entre otros muchos recursos.Cuando alzamos la voz por aborto, lo hacemos también desde reconocer que nuestra ciudadanía no es ni será completa, ni las democracias lo serán del todo, sino contamos con este derecho garantizado, a pesar de lo que el desarrollo académico/político nos haya dicho por tantos siglos, los derechos siguen siendo principalmente pensados para, por y desde una masculinidad heterocispatriarcal blanca que busca excluirnos de la participación pública en cualquiera de sus esferas; bloqueando o limitando, con ello, nuestro acceso político, social, económico y personal.Cuando decimos “aborto ya”, decimos justicia reproductiva, autonomía de los cuerpos, aborto trans, derecho a sexualidades diversas y legítimo derecho a elegir sobre nuestro proyecto de vida. Con esto, resaltamos la importancia de profundizar y ampliar nuestras reflexiones en torno al aborto desde una mirada transfeminista que permita visibilizar las existencias trans y/o no binaries y las violencias históricas en relación al acceso al aborto, el disfrute erótico – afectivo y la salud sexual. Además, planteamos cómo en la región, en medio de contextos que recrudecen la violación de derechos humanos, lxs trans y/o no binaries atravesamos, en principio, un no reconocimiento a nuestras identidades y con ello, una invisibilidad sistémica y social de nuestras experiencias en torno al aborto.La diversidad de gobiernos de nuestra región, los distintos abordajes institucionales y la radicación diversa desde donde se aborda la discusión institucional, nos debe hacer reflexionar sobre que una de nuestras tareas fundamentales es la formación feminista en incidencia tanto al interior de nuestros países como ante los distintos espacios internacionales de debate. Es urgente una internacional feminista en torno al derecho al aborto que nos permita accionar de manera conjunta, generar conocimiento y preparar argumentos para la acción.Debemos reconocer los avances en varios de nuestros países, sin embargo, esos avances no nos deben tranquilizar ni en esos países ni en los demás. Puesto que como ya sabemos nuestros derechos nunca estarán del todo garantizados y en muchos países “progresistas”, nuestros derechos se transforman en moneda de cambio ante cualquier amenaza a la gobernanza desde sectores conservadores.Al mismo tiempo que reconocemos estos avances, debemos estar alertas ante los sectores antiderechos, conservadores y fundamentalistas que están asolando a nuestra región. Las violencias dentro de los gobiernos autoritarios y dictatoriales en Centroamérica donde se imponen contextos restrictivos que violan cotidianamente nuestros derechos deben estar al centro de los análisis políticos, de nuestras estrategias de seguridad feminista, tanto en espacios físicos como en el ciberespacio, y de la coordinación estratégica en las prácticas de incidencia.Con todos estos elementos buscamos que esta Asamblea sea un espacio de debate y reflexión crítica, donde podamos dialogar, pensar escenarios de lucha colectiva y sobre todo generar un espacio para construir apuestas colectivas que potencien una gran alianza feminista y transfeminista sin fronteras y con carácter internacionalista.Así también, revindicar el derecho legítimo de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, ya que es nuestro derecho legítimo y nuestros cuerpos a lo largo de la historia han sido politizados como territorio en disputa controlado por el patriarcado, capitalismo, colonialismo y fundamentalismos religiosos. Puesto que desde la época donde colonizaron Abya Yala, vieron en el cuerpo de las mujeres negras territorios que explotar para crear mano de obra para la esclavización.
Asambleas
ASAMBLEA 05: GÉNEROS Y SEXUALIDADES DIVERSAS Y EMANCIPATORIAS
Shi Alarcón-Zamora.
El poder de los afectos desde las disidencias como estrategia política para el placer, los vínculos y el reconocimiento de nuestros cuerpos.El patriarcado en sus diferentes manifestaciones nos ha relegado a vivir como pareja dentro de un marco hetero-cis-normativizando como único espacio para ser “la media naranja” de alguien, hombre, macho-cis-heteronormativo y por lo tanto complemento de este ser completo, pero al que podemos servir. Los feminismos hemos cuestionado este lugar, pero sobre todo hemos logrado posicionar no sólo el impacto de esta imposición sino luchado por encontrar y apropiarnos de otros espacios y lugares.Hemos tomado roles que no han permitido ir más allá de la lógica tradicional y cuestionado cómo podrían ser nuestros vínculos, también en ocasiones no lo hemos hecho y terminamos llevando el hetero(cis)tema a nuestras camas.Una narrativa anti derechos, basada en el significante vacío de la ideología de género, junto con personas transexcluyentes, ha venido a cuestionar estos no-lugares, estos derechos de estar al margen del sistema heterocisnormativo, está autonomía para decidir sobre nuestros cuerpos, vínculos y deseos, obligándonos no solo a pensar sino a accionar por construir amores más justos e igualitarios.En este espacio, no pretendemos jerarquizar si la monogamia, el poliamor, la anarquía relacional o cualquier vínculo es mejor o más feminista, tampoco queremos invitarles a decidir quiénes son feministas, pero si queremos reconocer qué hay mujeres, lesbianas, bisexuales, personas no binarias, con genero fluido, Trans, intersex, asexuales, alosexuales, queer, cuir, kuir, Femm, masc que han vistos limitado el reconocimiento de sus afectos por sus cuerpos, sus vivencias y su diversidad.Una realidad capacista, colonial y extractivista que nos obliga a relacionar nuestros deseos y afectos con los (no) cuerpos tradicionales para luego censurarnos, esterilizarnos, patologizarnos y desecharnos.Conversemos sin tapujos sobre cómo defender nuestros placeres en los contextos adversos que tenemos en la región, ¿qué estrategias construimos cuando la democracia y el estado de derecho están en riesgo para luchar por nuestros disfrutes? ¿Qué posicionamientos construirnos para lucharen-con-junto cuando la necropolítica se está apropiando de nuestros cuerpos? ¿Qué deseos quedan cuando nos han quitado tanto que nos quitaron hasta el miedo? ¿Qué políticas construimos cuando el estado represor decide sobre nuestras sexualidades, invisibilizando nuestra diversidad de cuerpos, vivencias, sexualidades y una parte del movimiento feminista también? ¿Cómo sostenemos la ternura radical -nuestros sentipendeseos- en tiempos de despojo, exilio, guerra, saqueó y explotación de nuestros afectos?
Asambleas
ASAMBLEA 06: CUERPO-TIERRA-TERRITORIO: RESISTIENDO Y AVANZANDO
Carolina Amaya (UNES)
Sonia Sánchez (MOMUJEST)
Las cuerpas de las mujeres y los bienes comunes históricamente han sido vinculados, desde un ejercicio sistemático de explotación, como parte de la materia prima del capitalismo para fundamentar la reproducción de la existencia misma, volviéndolas mercancía justificada por el sistema patriarcal.
Este sistema de dominación ha promovido una separación entre el espacio público y el espacio privado, invisibilizando, de forma consciente o inconsciente que es el sustento sobre el que se asientan el sistema económico dominante, el cual se ha servido a lo largo de la historia en la mayoría de las civilizaciones para perpetuarse.Asimismo, los trabajos de los cuidados, relegados a las mujeres, son los que sostienen el funcionamiento de este sistema productivo; pero no es, sino a través de la gestión de los bienes que en la naturaleza habitan, -como el agua, el bosque, el río, la tierra- que la reproducción de la vida camina; evidenciar este paralelo y demostrar que tanto la naturaleza como las mujeres somos invisibilizadas, sometidas, explotadas que mantienen y permite la ilusión del crecimiento del capital infinito en un sistema natural que tiene bienes finitos.A partir de la dialéctica entre necesidad e invisibilización del aporte de las mujeres y de la naturaleza, germina el ecofeminismo, como un reconocimiento crítico de la subordinación y explotación que el sistema capitalista ejerce sobre ambas, cuyas corrientes reivindican alternativas y modos de vida disidentes al actual sistema económico extractivista, colonial y patriarcal que degrada a las cuerpas y al territorio.Esta degradación, es respaldada por una visión antropocéntrica y androcéntrica generalizada, basada en fundamentalismos de superioridad biológica, que permite al ser humano, dominar, controlar y someter de formas violentas a otras y otros seres vivos, incluyendo seres humanxs, animales y otros bienes que forman parte o son generados por la naturaleza.
Como ecofeministas, encontramos en el EFLAC, la oportunidad de avanzar hacia una visión alternativa al antropocentrismo y androcentrismo, que cuestione la naturalización del violento autorreconocimiento de los seres humanos por encima de otras especies, que son utilizadas para los fines que el capital estime y consienta, sin ningún tipo de problematización ética, atiborrando un sistema de producción y de consumo insostenible que amenaza la existencia de ecosistemas, biodiversidad, y todas las formas de vida con las que compartimos esta hábitat. Las multicrisis ecológica, climática, alimentaria son solo unas de las manifestaciones más evidentes y graves de este ejercicio de poder, control y dominación sobre los territorios y cuerpos de las mujeres.Estas crisis han generado un mayor impacto sobre las poblaciones sociales y ecológicas más vulneradas, generando zonas de sacrificio, regiones expuestas a daños ambientales, que están marcadas por incertidumbres, degradación y aumento de las desigualdades.Existe un impacto diferenciado, a manera de ejemplo, la crisis climática, se focaliza en poblaciones eco dependientes como los pueblos indígenas, y en particular sobre las mujeres indígenas, que son quienes protegen aproximadamente el 80 % de la biodiversidad mundial, respondiendo a la conexión inherente cultura/natura como principio fundamental de la cosmovisión indígena.Las mujeres indígenas, a través del diálogo y revitalización de saberes han generado, practicado y perfeccionado prácticas y conocimientos resilientes ante la crisis climática, manteniendo cultivos sanos, la protección de fuentes de agua, de selvas, bosques, y prácticas alimentarias saludables. El ecofeminismo, aboga en encontrar alternativas y generar un cambio sistémico profundo y radical del modelo capitalista y extractivista, promoviendo la construcción de otras formas de vida y de políticas en las que relacionarnos, producir y consumir tomando en cuenta prácticas resilientes, retomando elementos cosmogónicos del conocimiento ancestral.Por tanto, en un espacio en el que convergen feminismos, nos mueve la urgencia de tejer una reflexión colectiva y apuesta política que visibilice cómo las violencias contra la naturaleza se materializan sobre los cuerpos y territorios de las mujeres de manera diferenciada; tomando en cuenta el senti-pensar diverso e intergeneracional de las mujeres que tejen resistencias ante la crisis climática globalizada, y que se exacerba por un sistema capital patriarcal incompatible con la vida.
Asambleas
ASAMBLEA 07: VIOLENCIAS DE GÉNERO: VIVAS, LIBRES Y DIVERSAS NOS QUEREMOS
Laura Salomé, Periodistas Feministas de Argentina
Laura Moran, Colectiva Feminista para el desarrollo local
Evelyn Flores, Puntos de encuentro Nicaragua
Mitzy Flores Sequera, CLACSO
¡Ahora que sí nos ven! Un pacto feminista para vivir, desear y ser felices.Las feministas de América Latina y el Caribe luchamos por nuestras reivindicaciones, contra el autoritarismo y las violencias patriarcales, hace más de un siglo. Somos quienes cargamos en nuestra memoria histórica el legado de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal; las hermanas, mariposas y desobedientes que se enfrentaron a una dictadura en República Dominicana y a quienes decidimos recordar cada 25 de noviembre; una fecha regional y global de lucha contra las violencias por razones de género, por estas vivas y ser libres.La declaratoria de que el 25N sea un hito dentro del calendario feminista fue una iniciativa que surgió del primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLAC) que se realizó en julio de 1981, en Bogotá, Colombia. Desde entonces, las feministas de la región, juntas, construimos poder y visibilizamos, denunciamos, desnaturalizamos, gritamos, lloramos, narramos y ejercemos pedagogía para sociedades sin esclavas ni subordinadas.Porque transformar lo personal en político y colectivo fue el primer paso que dimos para sensibilizar y decir basta, ¡con nosotras y nosotres no! Para destruir, de a poco y de forma cotidiana, el lucro patriarcal de los violentos en las casas, en las camas y en los Estados. Para decir que el silencio no es nuestro idioma y que nos guía el deseo de ser libres, ¡porque la libertad es nuestra, compañeras y compañeres! Un aporte fundamental para convivencias en territorios antipatriarcales, anticoloniales, antiextractivistas, anticapitalistas y antifascistas donde los feminicidios y la violencia física, psicológica, sexual, económica o simbólica no tienen lugar. Tampoco la discriminación, la segregación y los crímenes de odio.Hoy, 23 de noviembre de 2023, las feministas de América Latina y el Caribe, reunidas en El Salvador, Centroamérica, seguimos haciendo historia. Este texto es una invitación a reflexionar sobre las experiencias, caminos y acciones políticas para nuestra soberanía. El eje 7, “Violencias de género: vivas, libres y diversas nos queremos”, nos convoca a repasar nuestras luchas y ¿por qué no? reinventarlas, en el marco intercambios contextuales sobre violencias por motivos de género sobre mujeres y disidencias; violencia social, estatal y militarización; sobre avances y retrocesos en el derecho a vidas libres de violencias; sobre la problemática de travesticidios, transfeminicidios y crímenes de odio; discursos de odio, violencia digital, política y persecución a militantes y activistas; y sobre acceso a la justicia.Dos días en los que nos encontraremos para realizar análisis de diagnósticos y para llegar a conclusiones, propuestas y acuerdos de acción. En los que recordaremos a las que nos faltan pero también renovaremos la potencia para seguir luchando por aquellos derechos que aún no han sido reconocidos y garantizados para el ejercicio de vidas libres de violencias. Para la prevención, la sanción y la erradicación de aquello que nos mata a diario.Es que si miramos hacia atrás, fue recién a finales de la década de 1980 cuando la incidencia feminista produjo cambios significativos en términos de democratización en nuestros países. Esto, aunado a la presión de organismos internacionales y su recomendación en los Estados de favorecer la igualdad de oportunidades considerando el “género” como eje, propició el diseño y la revisión de políticas públicas pertinentes.Desde entonces, se produjeron importantes cambios en materia de reconocimiento de Derechos Humanos y en especial en los de las mujeres y LBTI+ a vivir una vida libre de violencias. No obstante, es común que las instituciones y autoridades vinculadas a la prevención de esta problemática declaren como fin último el alcance de la igualdad formal entre hombres y mujeres y que se obvie el reconocimiento de la desigualdad y la discriminación estructural como cuestiones que nos impiden alcanzar la plena vigencia de derechos. Esto es fundamental para contextualizar la posible eficacia y eficiencia de la administración de justicia pues nos mantiene en un rezago institucional (legislativo, judicial y hasta mediático) que se ha instaurado en el sentido común.Aunque la gran mayoría de los países de América Latina y el Caribe han suscrito tratados, pactos y convenciones internacionales sobre la materia, como la Convención Interamericana sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW) y el Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará entre otros, podemos identificar como problema la falta de la debida diligencia para prevenir la violación de los derechos o para tratarla en los términos que estas Convenciones plantean; como quedó establecido desde 1992, por el propio Comité de la CEDAW; mismo que en su artículo 5 (a) establece como obligación:“Modificar los patrones socioculturales de conducta, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres”.En este sentido, el deber de prevención incluye transformar los estereotipos de género, como puede leerse en la misma norma, artículo 2(f); y que es referido por el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (en adelante MPLA) con intención de dinamizar las legislaciones de los Estados para que adopten “todas las medidas adecuadas, incluso de carácter legislativo, para modificar o derogar leyes, reglamentos, usos y prácticas que constituyan discriminación contra la mujer” (MPLA; s/f. pág. 39).Estos instrumentos aportaron a las políticas públicas aunque no lo suficiente: el marco cultural sigue siendo una gran limitación para la consolidación de los derechos de las mujeres y otras identidades feminizadas por los prejuicios y estereotipos albergados en la población en general. Además, urge modificar la falta de responsabilidad institucional del funcionariado en organismos encargados de legislar, atender las historias en instancias judiciales y policiales, así como del tratamiento comunicacional sobre las violencias por razones de género que perpetúan estereotipos heteronormativos y tradicionales.Un importante obstáculo que identificamos es la persistente creencia de que atender a las personas violentadas por razones de género supone tratar un asunto doméstico que se resolverá a lo interno de una pareja y que, por tanto, es una pérdida de tiempo que involucra a las autoridades receptoras de la denuncia en asuntos “menores”. De esta forma, se cuestiona la credibilidad del testimonio y de la víctima o la sobreviviente e incluso se intentan mecanismos de conciliación como alternativas de resolución lo que, como sabemos, agrava el riesgo de feminicidio. De manera análoga, sucede con lesbianas, bisexuales, travestis, trans, intersex y no binaries, realidad reflejada en el informe de la CIDH-OEA (2015), donde consta que se les rechaza la denuncia de entrada “…y con frecuencia reciben malos tratos, abusos sexuales, hostigamientos o incluso son atacadas físicamente por oficiales de la policía y otros agentes estatales.” (:261).Tan arraigada está en el imaginario colectivo la idea de que la violencia contra las mujeres en la intimidad, como que las mujeres que hacen vida política, son merecedoras de la violencia patriarcal porque usurpan espacios destinados exclusivamente a los hombres. Por tanto, ¿es la violencia por razones de género lo suficientemente condenada socialmente? ¿Será por esto que se dificulta su prevención y erradicación, su sanción y reparación?Como feministas nos interesa reflexionar estos dos días con un enfoque histórico de derechos y enfatizar la articulación que las luchas feministas realizaron con respecto al Estado, a la vez que organizarnos para demandar. Esta perspectiva individual-colectiva, da cuenta de la valoración que le asignamos al poder de la comunidad, a la vez que destaca cómo las relaciones de poder que construimos afectan directamente el resultado de las políticas públicas en todos los sectores. El estado de derecho así como nosotras ejerciendo mecanismos de contraloría social, son imprescindibles para políticas más inclusivas.Estos elementos tocan muy de cerca a quienes vivimos en países latinoamericanos y caribeños, donde los Estados legislan “negativamente”, de forma punitiva y estigmatizante, en su intento de proteger los derechos y de prevenir las violencias sobre nosotras y nosotres con mínimos recursos. A la opresión machista y patriarcal se suman las violencias racistas, xenófobas y contra quienes migramos de forma forzada dejando familias y amores.Solo en El Salvador, por poner de ejemplo el territorio que nos abraza, se vive desde 2020 un incremento en la violencia hacia las mujeres, pasando de ese año a 2021, de 20 mil a 25 mil las agresiones denunciadas registrándose un aumento del 9% en los feminicidios y de un 32% en los suicidios. Alarmas que se encienden en un contexto de represión, estado de sitio, desapariciones, persecución a activistas y detenciones ilegales ejercidas por el gobierno de Nayib Bukele. Agresiones que incluyen los altos índices de gestaciones en niñas y adolescentes en un contexto de penalización absoluta del derecho a abortar.Ante esta realidad, cobra valor la sensibilización y formación en su sentido de facultar a las personas para que puedan aprovechar sus propias destrezas, saberes y recursos. En especial para el reconocimiento de la política y de la gobernanza como vitales para la realización de la justicia de género porque pueden ayudar en el largo camino a develar los impedimentos de la actuación de las mujeres en sus intentos de hacer avanzar sus intereses y obligar a la institucionalidad a rendirle cuentas, lo que, finalmente se traduce en evidenciar el patriarcado en las relaciones de poder de nuestras instituciones.Ante esta situación, en el EFLAC y siempre: ¡Unidas, resistiendo y avanzando! Esta provocación es una invitación a reflexionar de forma colectiva y con una genealogía feminista que se fortalece al encontramos. Es una necesidad vital: unirnos para resistir cada violencia patriarcal; alzar la voz por las que no están, por las sobrevivientes, por nosotras y nosotres, por las que vendrán. Un pacto feminista para vivir, desear y ser felices.¡Seguiremos luchando hasta que todas y todes seamos libres!
Asambleas
ASAMBLEA 08: CIUDADES FEMINISTAS RESISTENTESY RESILIENTES
Red Mujer y Hábitat de América Latina y el Caribe
En la actualidad, y de manera acelerada en las últimas décadas, América Latina y el Caribe concentra su población en grandes conglomerados urbanos. La desigualdad, la devastación extractivista, el despojo y las violencias fuerzan al desplazamiento de amplios sectores de la población a territorios urbanos que lejos de brindar oportunidades y cobijo fortalecen las dinámicas de expulsión y segregación.Nuestras ciudades siguen creciendo de manera desordenada y avanzan sobre territorios no siempre habitables. Cada vez más cemento expande sus fronteras y marca obscenamente las desigualdades sociales. Crecen los barrios privados cercados por murallas y cuidados por seguridad privada que resguarda cosas y no ciudadanas/os y que los separan de asentamientos informales. Se reproducen los desalojos y relocalizaciones forzadas de comunidades enteras para poder construir puentes y autopistas, se aceleran procesos de gentrificación que expulsan a poblaciones tradicionales de aquellos sectores codiciados por la especulación inmobiliaria. En nombre del “desarrollo” se consolida cada vez más un modelo de ciudad neoliberal que profundiza y reproduce las violencias estructurales y avasalla toda clase de tejido social comunitario.Las identidades feminizadas, en todas nuestras diversidades y diferencias, somos las que vivimos y sentimos más crudamente en nuestros cuerpos y nuestras vidas los impactos de estos procesos. Somos las que seguimos estando a cargo de las tareas de cuidado, seguimos habitando las ciudades como extrañas, continuamos impulsando la producción social del hábitat, las cooperativas de vivienda, etc. Seguimos demandando infraestructuras y equipamientos urbanos que acerquen los servicios centrados a la vida cotidiana, planteando acciones para promover nuestra seguridad en la movilidad, en el espacio público. Seguimos también poniendo el cuerpo a las ocupaciones, las tomas de tierra y sosteniendo los asentamientos informales. Continuamos siendo las más afectadas por los déficit habitacionales que crecen en todas las ciudades latinoamericanas y por los precarios o inaccesibles servicios públicos. También somos las más afectadas por el cambio climático, que está impactando cada vez más fuertemente en todos nuestros territorios.Por hacernos cargo de las tareas de cuidado, mucho de nuestro tiempo lo invertimos en estos trabajos, que aún no son reconocidos ni remunerados. A partir de ello, nuestra inserción en el mundo laboral remunerado sigue siendo precaria, lo que impacta en nuestros menores ingresos y menores niveles de autonomía económica. Esto se agrava en territorios urbanos extensos y hostiles, que no están pensados para favorecer los trabajos de cuidado. Todo nos impone mayores esfuerzos, tiempos y energías para desarrollarlos.Entre las identidades feminizadas, además, tenemos muchas diferencias entre nosotras. A todas nos afecta la manera en la que el cisheteropatriarcado se plasma en los territorios, pero no a todas nos deja las mismas marcas.
La manera en la que se anuda con otros sistemas de opresión, como el de la clase, la edad, la etnia, la raza, el territorio en el que habitamos o en el que nacimos, impone restricciones particulares a nuestras vidas, nuestros deseos y sueños.Sin embargo, son también las diferentes opresiones por las que atravesamos lo que nos impulsa a organizarnos, a construir comunidad, redes feministas y a “hacer territorio”. Aún siendo las más pobres entre los pobres impulsamos procesos de resistencia y re existencia. Sostenemos los trabajos de cuidados comunitarios que garantizan la sostenibilidad de la vida, mantenemos las economías urbanas de manera informal pero que son las únicas que permiten la subsistencia de las ciudadanas y ciudadanos, impulsamos el acceso a la vivienda, construimos barrios y organizaciones, disputamos sentidos y mantenemos viva la esperanza y la lucha por ciudades y territorios más justos, más cuidadores, más amables, más humanos, más inclusivos.Las mujeres seguimos disputando por el cuidado de nuestros ecosistemas, de la tierra, del monte, de las semillas, del agua, del bosque, porque sabemos que solo así tendremos alimentos sanos que nos permitan vivir bien y no depender sólo de lo que adquirimos en el mercado, podemos producir el alimento para nuestras familias e involucrarlas en esta acción. Porque entendemos que el agua vale más que el oro y que necesitamos cuidar y proteger los bienes comunes. Y lo hacemos organizadas y juntas, porque sabemos que la salida es colectiva.También somos guardianas de la memoria de nuestros barrios y nuestros territorios. Nos hemos hecho un lugar, hemos construido territorios para habitar. Hemos construido ciudades, ahí, dónde nada había, nos hemos apropiado de lo que nos corresponde, aún cuando todo está pensado en clave masculina. Y lo seguimos haciendo, produciendo hábitat, disputando lugar no solo para habitar sino para vivir, y en buen vivir. Reconocer y celebrar a las mujeres referentes, luchadoras por el derecho al hábitat y a la ciudad que hicieron invaluables aportes en nuestra región sigue siendo una deuda que necesitamos abordar y una tarea para construir las genealogías de mujeres indispensables en nuestros espacios.Asimismo, seguimos insistiendo en que la planificación urbana considere nuestras experiencias y ponga la vida cotidiana en el centro. Nosotras somos expertas, sabemos lo que hace falta porque somos las que nos ocupamos de planificar y sostener las casas, los barrios, las ciudades desde un urbanismo feminista. Nuestra participación en la toma de decisiones sobre los temas urbanos es indispensable. Necesitamos mecanismos de participación real que faciliten que esto sea posible. Seguimos demandando que las políticas públicas urbanas pongan la vida y el cuidado en el centro, solo así podremos garantizar ciudades y territorios justos, seguros, inclusivos y sostenibles.La erradicación de las violencias contra las mujeres y disidencias sexuales, así como la democratización de los trabajos de cuidado y su reconocimiento, remuneración y redistribución son dos temas centrales en el campo del derecho las ciudades, que convocamos a seguir difundiendo, profundizando y generando propuestas.En esta Asamblea, que tematiza por segunda vez en la historia de los EFLAC sobre estos aspectos, nos proponemos trabajar en torno a tres grandes bloques de interrogantes sobre los que invitamos a reflexionar, compartir, construir pistas de acción colectivas.¿Cómo construimos el derecho a la ciudad como herramienta conceptual y política desde los movimientos feministas en América Latina y el Caribe?
¿Cuáles son nuestras agendas feministas hoy en este campo?
¿Qué miradas interseccionales es necesario incorporar?
¿Cómo vincular las luchas por el derecho a la ciudad con la lucha de otros colectivos de mujeres, feministas y LGBTI, trabajadoras sexuales, vendedoras ambulantes, trabajadoras del transporte, artesanas, etc. con otros movimientos: jóvenes, movimientos anti represivos, ambientalistas, etc.?¿Cómo se vivencian las ciudades y cuáles son los obstáculos para vivirlas y habitarlas como mujeres o cuerpos feminizados?
¿Cómo pensar el derecho a la ciudad considerando las vivencias particulares de las mujeres, LGBTI y las mujeres negras, las mujeres indígenas, en una ciudad marcada por la violencia sexista, racista, lesbotransfóbica? , ¿de qué manera considerando las escalas del cuerpo, la casa, el barrio, la ciudad?
¿Cuáles son los desafíos de la movilidad y el transporte en ciudades extensas y segregadas?
¿Cuáles son los déficits en materia de servicios, de cuidados, vivienda u otros, que impactan de manera particular en mujeres y disidencias sexuales?
¿Cuáles son los desafíos en término de infraestructuras, servicios y trabajos de cuidados?3- ¿Cuáles son nuestras estrategias de resistencia?, ¿cómo y cuánto incidimos políticamente en estos temas?
¿Cómo fortalecer las resistencias feministas y sus luchas por el derecho a la ciudad?: ¿con qué aliados?, ¿cómo fortalecer nuestra capacidad de incidencia ante los gobiernos en contextos de debilidad democrática?
¿Qué acciones feministas podemos construir colectivamente para impulsar el liderazgo de las mujeres en los territorios, los barrios, las ciudades, que nos permitan construir redes y alianzas para analizar las actuales condiciones de vida que tenemos y cómo plantear soluciones a las instancias de poder local?
¿Qué lugar tiene en nuestras propuestas el uso y el disfrute de la ciudad: recreación, placer, producción artística y cultural / otros usos?
¿Qué lugar la agenda de los cuidados en estas estrategias?
Asambleas
ASAMBLEA 09: FEMINISMOS DECOLONIALES, ANTI RACISMO E INTERSECCIONALIDAD
Analba Brazão Teixeira - SOS Corpo - Instituto Feminista por Democracia
Chevy Solis (Panamá)
Gema Tabares Merino, Afrocaracolas Saberes Itinerantes. Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, capítulo México. (RMAAD-MX)
Evelyn Martinez, Comunidad de Estudios Decoloniales de El Salvador
El racismo estructural, la violencia, la sexualidad y las opresiones de género son realidades interseccionadas que atraviesan a las mujeres racializadas de manera distinta el análisis y el debate de estas diferencias deben estar dentro de los diálogos feministas en la región. Los impactos del racismo estructural no son uniformes y afectan principalmente a las comunidades racialmente excluidas, quienes sufren las peores consecuencias de un sistema que privilegia la blanquitud. La comprensión profunda de esta interseccionalidad será fundamental en el eje 9. Feminismos decoloniales, antirracismo y decolonialidad. Los retrocesos democráticos en la región, los actos de violencia y los discursos de odio vinculados a temas étnicos-raciales y la profundización de la desigualdad provocan en la región situaciones que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, niñas y jóvenes negras e indígenas en Latinoamérica y el Caribe.El racismo estructural y la discriminación arraigada en toda la región relegan a esta población a una condición y a una identidad de objeto, frente a esta realidad es necesario debatir y llegar a puntos de encuentro, tomando como base el análisis critico desde un feminismo que toma en cuenta los enfoques interseccional, decolonial y antirracista los cuales nos debe permitir desarrollar una practicas políticas feminista desde estos lugares.Ahora bien, ¿Por qué hablar de feminismo negro en este eje? porque desde aquí nace la propuesta o el enfoque interseccional y porque nos permite leer el racismo como un sistema de opresión que enfrentamos principalmente grupos histórica y sistemáticamente invisibilizados, en este caso, nos referimos a las mujeres negras, indígenas y afrodescendientes de Latinoamérica y el Caribe.El Feminismo Negro demarca la forma de pensar y actuar, actuando de forma autónoma, construyendo una historia propia diferente al estándar europeo. El feminismo negro es una iniciativa descolonial: de poder, conocimiento y ser.Ejemplo: la experiencia de una mujer negra en Centroamérica es cualitativamente distinta a la de una mujer blanca o indígena en esa misma ciudad. / qué significan experiencias que implican ser mujeres, negra, lesbiana, adulta mayor, que vive con alguna discapacidad y pobre en México y cómo se lee esta experiencia en otro contexto, por ejemplo, Argentina (donde se exterminó a la población afrodescendiente). Tomar en cuenta el contexto político, histórico, social y jurídico para comprender las interseccionalidades.Muchas mujeres negras que venimos de luchas sociales, de movimientos sociales o de la academia, cuestionamos el feminismo ilustrado que se desarrolló a partir de los planteamientos de Simone de Beauvoir y su afirmación «No se nace mujer. Se llega a serlo», al contrario, para los feminismos negros los discursos de género tienen otro punto de partida, parten, como dice Angela Davis, “de una negación, de una exclusión”, parten de una pregunta que hizo Sojourner Truth en uno de los primeros textos del pensamiento feminista negro que fue el discurso « ¿Acaso no soy una mujer? » pronunciado en 1840, en una Convención de los Derechos de la Mujer en Akron, (Ohio) EEUU. Recordemos que este es considerado el discurso fundador de los feminismos negros y decoloniales porque denunció la opresión sexista y cómo la opresión racial representaba una amenaza para la libertad de las mujeres negras.Pensar la identidad o las identidades de las mujeres como identidades reclamadas y reconstruidas, desde una “NO categoría de NO mujer universal” y desde esta negación, como dicen muchas afrofeministas, la estrategia posible es un ejercicio de deconstrucción para avanzar en colectivo, unas estrategias de repensarse y reconstruirse desde categorías o afroepistemologías que permitan crear nuevas epistemologías desde las cosmovisiones y conocimientos de los pueblos afrodescendientes, como dicen las abuelas cimarronas.Hablar de feminismos decoloniales es hablar de los procesos de lucha colectiva de mujeres racializadas en América Latina y el Caribe. Colocamos también, en este eje la propuesta de los feminismos negros.Para ello y para entender la interseccionalidad, es necesario reflexionar una matriz de opresión que plantean las feministas negras y de color principalmente Patricia Collins, Angela Davis y bell hooks, Lélia Gonzalez; Luiza Bairros; Ochy Curiel, Sueli Carneiro, Yuderkis Espinosa, Mara Viveros, Gloria Anzaldua, Maria Lugones, entre otras. Pero también, que planteamos muchas mujeres afrodescendientes e indígenas que encabezamos la defensa por los territorios y la apuesta política por una agenda antirracista, sin perder de vista los contextos políticos, históricos, sociales y jurídicos de las mujeres cimarronas.Reflexionaremos en torno a la interseccionalidad, que ha sido un tema común en las teorías feministas, en la academia y en el activismo durante los últimos años. Pretendemos con este eje, abordar las formas en las que el racismo, el patriarcado, la opresión de clase y otros sistemas de discriminaciones van creando desigualdades interseccionales.Reflexionaremos sobre el feminismo decolonial y antirracista, a partir de las problematizaciones brindadas por el feminismo decolonial, con el fin de fortalecer el feminismo latinoamericano y caribeño como movimiento de resistencia y enfrentamiento contra el capitalismo, el racismo y el patriarcado; reflexionar sobre el contexto sociopolítico y económico de América Latina desde una perspectiva decolonial.Propuesta de preguntas (provocaciones):
• ¿Cómo se enfrentan desde los distintos contextos la historia de opresión estructural y sistémica que las mujeres negras e indígenas viven en nuestra región? ¿Qué estamos haciendo en camino hacia nuestra liberación?
• ¿Cómo funciona la interseccionalidad, para qué nos sirve la interseccionalidad como herramienta metodológica, teórica y analítica?
• ¿Cómo repensamos las identidades políticas y colectivas desde los feminismos negros y decoloniales?
• ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de antirracismo?
• ¿Cómo se construyen y cuáles son los desafíos de las agendas antirracistas encabezadas por mujeres afrodescendientes y garífunas?
• ¿Cómo reconocer los privilegios de la blanquitud?
• ¿Cómo pensamos/construimos el feminismo descolonial y antirracista?
• ¿Cuál puede ser la contribución de las feministas no negras, no indígena para el enfrentamiento del racismo y etnocentrismo?
• ¿Cómo ennegrecer al feminismo latino americano?
• ¿Cómo visibilizar la lucha de las mujeres negras e indígenas en Latinoamérica y el Caribe interseccionadas con otras pautas?
• ¿De qué manera el feminismo latinoamericano ha sido impregnado de la modernidad y el colonialismo en sus agendas?
• ¿Cuál es el compromiso del feminismo latinoamericano y caribeño con la lucha antirracista y descolonial?
• ¿Cómo podemos tejer y co diseñar colectivamente una agenda política basada en la justicia de género, racial, reproductiva y económica?
Asambleas
ASAMBLEA 10: DIVERSIDAD, DISONANCIAS Y DEBATES FEMINISTAS
Tamara Abracinskas
Josefina Valencia
Valeria Vásquez
“Puntos medios”: ni desde una fragmentación que incrementa distancias ni desde la unidad forzada que excluye discrepancias.Los feminismos, como apuestas de transformación social, política, económica, cultural y epistemológica han construido, retomado, desarrollado y creado debates, saberes, aportes y cuestionamientos a los discursos, prácticas e instituciones hegemónicas. A lo largo y ancho de la historia del movimiento feminista, que se puede datar sus orígenes hace más de dos siglos, han existido una amplia diversidad de corrientes de pensamiento, marcos teóricos, bases ideológicas, estrategias y posicionamientos políticos. Nuestra propuesta no es hacer un listado dentro del cual “validar” unos y desde la no mención “cancelar” otros, sino reconocer que las tensiones y diferencias son históricas, e incluso parte fundamental de nuestra pluralidad.Caracterizándose por su dimensión crítica y emancipadora, los feminismos han desafiado los binarismos, las lógicas coloniales, la división sexual del trabajo, la distinción entre lo público y lo privado, y por decir lo menos, los órdenes establecidos que colocan a las mujeres y a una buena cantidad del mundo en situaciones de desventaja y violencia. Sin embargo, esta condición crítica y diversa, se ha expresado continuamente al interior de nuestros espacios, interpelándonos como compañeras, como movimiento y en lo individual, llevando estas discusiones estructurales, en consecuencia, al ámbito de lo organizativo y de nuestros espacios de articulación. No sólo en la reproducción de esas mismas lógicas de dominación, sino también desde el encuentro y, sobretodo, en el desencuentro de nuestras posturas feministas. Tensionando nuestros espacios por la diversidad de formas, apuestas, aproximaciones y nociones de lo que buscamos.Muchas veces esta diversidad es salvada desde la idea de la valoración de la pluralidad de nuestras voces y formas, sin embargo, ¿qué pasa cuando esa pluralidad sostiene diferencias irreconciliables que es necesario traer a la mesa? ¿Qué pasa cuando se lleva al plano de lo individual u organizacional situaciones de carácter estructural? Nuestro movimiento tiene una tradición histórica de reinventarse, de saldar las diferencias cuando los tiempos así lo apremian, sin embargo, no siempre se ha logrado y las escisiones también forman parte de nuestra historia como feministas.Hoy, el movimiento feminista es indiscutiblemente uno de los movimientos regionales y mundiales más masivos, que además ha sabido trascender sus propios límites y generar una contra hegemonía, hemos demostrado una gran capacidad de movilización social, de incidencia y disputa de debates públicos, e incluso de debates cotidianos. Es desde ese lugar que ha devenido en hegemónico, en popular y masivo, porque nos hemos corrido de los márgenes a los cuales nos forzaron a habitar para conquistar el centro de los asuntos más relevantes de nuestras sociedades contemporáneas.Esta realidad profundamente positiva ha devenido también en desafíos y tensiones, dentro del movimiento feminista y en diálogo con otros movimientos en tanto se lo asume como un asunto político central que ya no puede ser esquivado. Demostramos y convencimos que no es un asunto particular, subalterno, sectorial, menor o secundario, y en ese proceso nos hemos transformado, realizando un enorme movimiento de ampliación. Pues porque si el feminismo ya no es un asunto parcial y particular, entonces inevitablemente el feminismo ya no es solo de una parte, no es solo de “la mujer”, de lo urbano, académico, institucional o del norte global y esto evidentemente ha generado incomodidades. Ya hemos reconocido nuestra propia diversidad como mujeres, la diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales que componen a este movimiento y la interseccionalidad que atraviesa nuestras trayectorias y visiones.Debemos ser honestas con estas tensiones e incomodidades, con las preguntas que esto abre porque hemos logrado ampliar nuestro sujeto y seguimos construyendo un camino que lo multiplica, flexibiliza y expande. Entonces vendrán a hablar, a reflexionar y a proponer feminismo un montón de gente nueva que antes no estaba aquí, personas que se adhieren a defender el proyecto de los feminismos.Este reto también trae consigo la posibilidad de que el proyecto se vacíe de contenido, bajo la idea de que cuanta más gente se sume al movimiento menos evidente será saber qué significa ser feminista y qué es feminismo. Reconocer que todo el mundo pueda formar parte no quiere decir abrir el feminismo para que cualquier cosa sea feminista. La tensión es inevitable pero asumir eso no quiere decir que no hay acción posible para superar el vaciamiento y la fragmentación.Al mismo tiempo que ampliamos nuestras fronteras, que hacemos un movimiento de apertura en cuanto a quiénes podemos ser feministas, es fundamental un esfuerzo y trabajo político por densificar, dotar de mayor contenido y significado revolucionario a los feminismos.En nuestra región, a través de los EFLAC y de otros tantos espacios de encuentro, debate y articulación, nos hemos convocado feministas para revisar, desmenuzar, reinterpretar, descartar, producir, criticar e incorporar una variedad de teorías, estrategias, marcos analíticos y propuestas. Esto nos ha permitido proyectar y articular nuestras propuestas feministas, pero en reiteradas instancias también nos ha expuesto a fisuras y fragmentación, aún más en un contexto de avance del proyecto neoliberal que incentiva el individualismo y la competencia.Hoy tenemos un desafío enorme y una gran responsabilidad política para con nuestra historia, de los pasos que tomemos dependerá el éxito que tengamos. Pues de esto puede depender que continuemos avanzando o que se acentúen los retrocesos que estamos alertando.Nos motivamos en esta asamblea a reflexionar de forma crítica y autocrítica sobre nuestro estado actual como movimiento, a buscar colectivamente propuestas y prácticas superadoras y a proyectar estrategias que aúnen a intensificar nuestra potencia, una potencia política para construir pueblos feministas, concretar utopías y nuestros horizontes de transformación.
Asambleas
ASAMBLEA 11: POTENCIA Y AUTONOMÍA FEMINISTA, CLAVES PARA LA EMANCIPACIÓN
María Teresa Blandón (Nicaragua)
Alejandra Burgos (El Salvador)
Introducción:
Etimológicamente, la categoría poder puede entenderse como "fuerza de" y "potencia para". Seguramente la categoría poder es una de las más problemáticas y controversiales para los feminismos en el pasado y en la actualidad. En todos los encuentros feministas latinoamericanos, el debate sobre el poder ha sido objeto de intensos debates que, entre otros aspectos, han permitido reconocer el carácter polisémico del mismo.Ciertamente el poder en su sentido más básico y positivo nos habla de la capacidad de formular ideas, planificar y ejecutar acciones, acceder a recursos tangibles e intangibles, capacidad de satisfacer ciertas necesidades, todo lo cual supone determinadas características y entornos favorables.El poder también puede manifestarse de forma perversa como afán de dominación que lleva a determinadas personas y grupos a recurrir a métodos coercitivos y violentos para lograr tales propósitos. Las narrativas con las que se construyen estos entramados de poder, afirman la existencia de personas, grupos, sociedades superiores e inferiores.Otro de los debates en torno al poder es la relación entre los intereses, capacidades, oportunidades que tienen las personas individuales y los grupos de los que forman parte. Se trata de una compleja relación entre las trayectorias individuales y el plus que supone la acción colectiva en contextos en donde se disputa el poder. Es decir, desde lo colectivo es posible construir otras formas de resistencia frente a la perversidad y disputar frente a lo hegemónico como una forma de esperanza.En cualquier caso, está claro en este permanente y siempre inacabado debate que no podemos obviar la relevancia de esta categoría de análisis, no solo en términos conceptuales sino en la práctica política feminista para hacerle frente a las múltiples opresiones que se ejercen contra las mujeres y personas sexo-género disidentes en el poder colectivo, entendido como resistencia pero también disputa e interrupción frente a lo hegemónico.En este eje vamos a reflexionar sobre las posibilidades de concebir y ejercer otras formas de poder que nos permitan responder y trastocar el poder como dominio, reconociendo el camino recorrido y los grandes desafíos que tenemos como movimiento.Para dar un cierto contorno a nuestras reflexiones, proponemos algunas interrogaciones que forman parte de nuestras prácticas políticas y también nos interpelan.¿Es el feminismo una apuesta para la deconstrucción del poder como dominio? ¿Es el feminismo una expresión de poder en positivo/como potencial para? ¿Podemos hablar de un marco conceptual y político sobre el poder desde los feminismos? ¿Cuáles serían los principales aportes de los feminismos latinoamericanos y caribeños en torno al poder en clave de disputa y/o fuerza transformadora y emancipadora?¿Cuáles son los horizontes emancipatorios que proponen los feminismos? ¿Podemos reconocer claves comunes a todos los feminismos? ¿En cuáles de estas claves nos reconocemos?Para romper con el control patriarcal sobre nuestros cuerpos, los feminismos apuestan por la autonomía de las mujeres y personas sexo- género disidentes sobre sus vidas, sus cuerpos, sus decisiones. ¿Cuáles son las dimensiones de estas autonomías y que tienen que ver con el poder? ¿Cómo explican los feminismos la lucha por la autonomía de las mujeres y personas sexo-género disidentes a la vez que defienden la construcción de redes para el cuidado de la vida en donde las mujeres juegan un papel central que no pocas veces las coloca al servicio de otros? ¿Puede haber autonomía sin trastocar el lugar que ocupan las mujeres en las tareas de cuidado? ¿Cómo se interrelaciona la autonomía sobre nuestros cuerpos con la de nuestros territorios en el decir de los feminismos comunitarios?¿Cómo valoramos el estado actual de la política en América latina y el Caribe, entendiendo por tal, el ámbito donde se toman decisiones para transformar la realidad social? ¿Dónde vemos los principales avances, retrocesos y peligros para la participación de las mujeres y el reconocimiento de sus demandas? ¿Cuáles son las actuales reflexiones acerca de la relación de las feministas con los partidos de izquierda en la región? ¿Hemos realizado un balance crítico sobre nuestra participación en los actuales entramados institucionalizados de la política? ¿Qué podemos aprender de la experiencia de participación política en territorios/comunidades que defienden unas formas de participación que se apartan de los enfoques y mecanismos instalados por la democracia liberal?
Asambleas
ASAMBLEA 12: ARTE Y CULTURA COMO ÁMBITO DE TRANSFORMACIÓN FEMINISTA
Integrantes de la Comisión de Cultura XV EFLAC: Mariana Moisa, Paola Lorenzana y Edith Elizondo.
Integrante de CISCSA - Ciudades Feministas y AFM: Soledad Pérez.
Proponer una asamblea sobre Arte y cultura feminista es en la historia de los EFLAC, una propuesta innovadora y desafiante. Permite dar lugar, ponerle nombre y compartir entre las feministas la idea del artivismo como una manifestación más del hacer político que atraviesa históricamente las luchas y resistencias en nuestra región.Cuestionar y resignificar “el” arte, “la” cultura y “la” comunicación no solo como herramientas o un medio para, sino como una estrategia y un modo de hacer, ser y expresar los feminismos que vamos habitando y construyendo. Es a partir de la potencia de la creación feminsita en donde se cuestiona modos y prácticas patriarcales y heterocis dentro de los espacios artísticos, culturales y comunicacionales.Poder trazar, recuperar e intercambiar desde el hacer/crear/comunicar permite conocer procesos de construcción y producción hacia diversas maneras de hacer culturas feministas, como también facilita poner en jaque, y cuestionar nuestras propias prácticas y los espacios donde habitamos. Es en este ejercicio donde el devenir, el ensayo, el juego, nos facilita hackear y crear imaginarios que transformen las injusticias y nos posibilite encontrarnos, crear y transitar mundos más amables y más contenedores donde las diferencias actúen como potencia y no como competencia.A modo de organizar nuestros intercambios en los dos días de asamblea, proponemos tres componentes centrales, con algunas premisas desde donde partir el intercambio y una lluvia de preguntas que buscan facilitar el debate y que permitan potenciar nuestra creación conjunta en el espacio de la asamblea.Imaginarios Colectivos FeministasPartimos de la premisa de la necesidad de resignificaciones semióticas y epistemológicas desde espacios formales y no formales de educación para la reconceptualización del mundo desde el arte y la cultura feministas en diferentes lenguajes comunitarios y globales. Algunas de las preguntas para el intercambio y la recreación: ¿Cómo estamos resignificando el mundo las periodistas feministas? ¿Cómo se manifiesta la lucha feminista en la representación de los medios? ¿Qué contranarrativas está proponiendo la investigación periodística feminista?
¿Cómo la cultura digital está redefiniéndose desde el feminismo?Modelos De Sostenibilidad FeministaModelos feministas de sostenibilidad artística y cultural que rompan con el modelo económico centrado en la codependencia, subvencionalidad y coexistencia capitalista y patriarcal que reivindica la explotación, exclusión, marginalidad económica y la competencia desleal fragmentadas que viven a costa de la explotación de las mujeres. Algunos interrogantes para motivar la discusión de esta premisa: ¿Modelos económicos que ahogan el arte y la cultura feminista? ¿Cuál es la alternativa de coexistencia sostenible y feminista para el arte y la cultura feminista? ¿Líneas de sostenibilidad y redes de creación feminista? ¿Cómo sobrevivir a los espacios culturales y artísticos que acuerpan agresores cuando son los únicos existentes? ¿Es posible hablar de industria cultural y cuál es el reto de los festivales, casas disidentes, teatros, centros culturales, productoras feministas, periódicos feministas, etc?Renombrar El Mundo Y ResignificarloAbordar la memoria histórica, lo comunitario, los transfeminismos y acciones que deconstruyen paradigmas, resignifican el mundo desde diferentes contextos y aportan herramientas para renombrar y deconstruir el mundo desde los feminismos.¿Cuál es nuestro origen y cómo nuestra creación artística - cultural aporta a reconstruir o abrir puentes a lo comunitario, la memoria histórica y los transfeminismos? ¿Cómo los espacios autogestionados de arte y cultura feminista son alternativas para resignificar el mundo? ¿Cómo nuestras obras contribuyen a deconstruir paradigmas patriarcales?Obras que desafían al sistema patriarcalObras que desafían el binarismo, racismo, capitalismo, dictaduras, colonialismo, entre otros, se piensan desde los feminismos, construyen espacios de poder cultural desde la gestión, el diálogo, discusión, provocación y arte feminista. Y si pensamos ¿Qué criterios pueden aportar a una curaduría artístico feminista? ¿Cómo el arte feminista aporta a desmontar estereotipos patriarcales y clasistas? ¿Cómo el arte feminista construye postura crítica desde formatos tradicionales hasta los menos convencionales desde la perspectiva hegemónica? ¿Qué iniciativas latinoamericanas acuerpan redes, festivales y residencias o espacios de creación feminista en Latinoamérica?Imaginar mundos feministas, ensayarlos, crear desde lo cotidiano, nos permite abrir nuevos interrogantes y nuevos desafíos que hacen del arte, la comunicación y la cultura potencias para transformar las injusticias que día a día atravesamos como artivistas en un sistema capitalista, patriarcal, racista, heterocis, colonialista, capacitista, represivo.